TIEMPO DE VERANO
La llegada del verano nos predispone a un languido
estado, que tiende al relajo, al descanso y a comer más, a contactarnos con la
naturaleza en variados aspectos y de muchas formas. En distintos lugares: en el
sur, el norte o en la zona central. Espacios de frondosa naturaleza o bajo el
estridente sol, en la playa. Otra alternativa es ir de visita a casa de nuestros
seres queridos en pequeñas ciudades o en pueblitos remotos, el cuento es cambiar
de aire, de rutina.
Todo movimiento es válido cuando se trata de buscar
alternativas para encontrar el anhelado descanso y escapar de la rutina y el
esfuerzo laboral.
Nada mejor que las anheladas vacaciones, entregándose al juego, al baño en el mar, al sol, a caminatas interminables, a los castillos de arenas, todo para nosotros, el tiempo pasa volando, la tarde se va, lega a hora de once, luego el atardecer, la llegada de la tarde fresca y el anochecer que nos convoca a un recojimiento, al contacto social. Y es aquí que podemos ofrecer otro panorama para los niños, terminar la jornada veraniega con un hermoso espectáculo de Títeres, si bien este es un espectáculo intimo de cámara, sin el aspaviento de un megaestadio o un escenario festivalero, es una alternativa de una validez y un derecho como el más grande de los eventos. Volquemos nuestra mirada hacia estas posibilidades de esparcimiento y entretención para el público infantil.
Una función o representacion de títeres para los niños en
vacaciones, es un acontecimiento muy especial, es sumarle a sus vacaciones una
actividad llena de magia, encanto, risas y participación. Sería muy justo y una
interesante alternativa para ellos que todos los municipios del país en verano,
destinaran como una política en su gestión cultural, creando un especial
programa de itinerancia, de espectáculos infantiles de Títeres en verano y en el
año escolar en sus colegios. Si atendemos a una estadística que señala que en
chile de cada 10 colegios solo dos acogen espectáculo de Títeres una vez al año
¿no les parece... muy poco? si nuestra preocupación es una ¡¡educacion de
calidad!!
Ernesto Gonzalo Ruminot.
Enero 2012.-